viernes, 4 de noviembre de 2011

Las fuentes y manantiales y el desarrollo humano en la historia de Cehegín



Ya hablábamos hace tiempo en este blog sobre la llamada torre del Pozo, que era parte de la muralla de la villa de Cehegín. Parece ser que, entre las peñas nacía un afloramiento de agua, que fue cercado y construida la torre en torno a él para crear un pozo que sirviese de abastecimiento, no sólo en épocas de peligro sino también para la vida cotidiana de la villa. La existencia de este afloramiento de agua es muy interesante, hasta el punto de que nos puede indicar que en los siglos XI-XII el nivel freático  estaba mucho más elevado que hoy en día, de modo que el río llevaría mucha más agua, como conclusión de que el clima debió de ser más húmedo. Es casi seguro que, en esta época, todavía debió de manar agua de algunas fuentes, restos de manantiales muy antiguos, ubicadas en el cabezo del túnel, la casa de Alarcón, el Empalme (donde estuvieron unas termas romanas, lo que es otro indicativo de los niveles freáticos del río en los siglos I-III d.d.c.). Todo este tipo de detalles son muy interesantes a la hora de estudiar algunos aspectos, como por ejemplo los asentamientos humanos desde la prehistoria. La gran mayoría de casas de campo antiguas y cortijadas de Cehegín tienen su origen en lugares que tenían una fuente cerca, muchas de ellas surgidas sobre antiguas villas romanas. La explicación de lo que vengo a decir en este caso es que en la investigación en historia, cualquier detalle que pueda parecer nimio (aunque en este caso no lo es) y con un buen análisis nos puede llevar a conclusiones muy interesantes. Un estudio adecuado y realizado por especialistas en la materia sobre, en este caso, los niveles freáticos desde la antigüedad hasta hoy en día puede ser muy clarificador a la hora de estudiar aspectos climáticos, económicos, poblacionales etc

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