jueves, 11 de agosto de 2011

Las "madres de leche" en el Cehegín del siglo XVIII



Hace un par de meses hacíamos una entrada en el blog dedicada a los niños expósitos en el Cehegín del siglo XVIII y explicábamos como, al no haber hospicio, se encargaba de su crianza una mujer de la villa. Ahora, en unas breves notas vamos a pasar a una visión desde otra perspectiva del tema, la cuestión de las “madres de leche”
El tema de las “madres de leche” aunque hoy lo tratamos sobre el siglo XVIII, se ha perpetuado en las zonas rurales hasta los años 40 del siglo XX, y en algunas zonas muy deprimidas de la Península Ibérica aún más.
Sabemos que, lógicamente, los niños abandonados recién nacidos necesitaban unos cuidados y si no había orfanatos su supervivencia era nula. Pero, aunque los hubiese, los recién nacidos necesitaban de la leche materna para sobrevivir y aquí entraban las mujeres que, aunque tuviesen hijos, disponían de leche para poder alimentar a otro y cobraban por ello. Este tema no es exclusivo de los expósitos sino que muchas mujeres por determinados problemas no llegaban a producir la subida, por lo cual la cosa era muy sencilla, si tenían medios buscaban una “madre de leche” para poder alimentar al recién nacido y si no los tenían, como sucedía relativamente a menudo, o encontraban caridad ajena o los niños morían de inanición o por la ingesta de leches que no toleraban. Para las mujeres que podían hacerlo esto era un ingreso económico extra, además de que, en el caso de los expósitos, se quedasen con la crianza del niño. Normalmente eran mujeres de familias pobres o, cuanto menos no adineradas, que solían tener muchos hijos a lo largo de su vida. Si su estado físico les permitía poder amamantar a dos niños, así lo hacían. Por esto, el Concejo abonaba una cantidad de dinero por este concepto y por la crianza, con relación a los niños expósitos y desamparados.

Aquí dejo un texto de un libro de cuentas del Concejo de Cehegín. Año 1746. Archivo Municipal de Cehegín.

“Por éste, entregara Fernando Álvarez Zafra, de los propios de su Conzejo, quince reales de vellón por un mes de leche a una niña expósita, que se cumplió oy, de la fecha., a 2 de marzo de 1746.
Y más entregara dicho mayordomo diez reales que an importado la ropa que se le hizo a esta niña.
Son 10 reales.”

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