Fotografía general que muestra el río Quípar, al fondo, izquierda, la Pollera, el paraje del Puente de Hierro, en el centro y detrás, parte del Tollo y Cantalobos a la derecha.
El topónimo Tollo lo encontramos en Cehegín en varios lugares del término municipal, pero quizá las más relevantes sean el paraje lindero con Cantalobos y la calle, ya antigua vía, del casco viejo, en el Puntarrón. En Cehegín el topónimo tiene su origen en la acepción de tollo como una depresión u hondonada del terreno, que se suela dar en zonas karsticas, aunque también de otro tipo. Así, sabemos que para desembocar en el puente de Hierro al río Quípar, una antigua depresión, que posiblemente fue en otro tiempo una rambla, y hoy son bancales, cruza de sur a norte, bajo la casa de los Bolas. Este paraje se encuentra integrado dentro de la pedanía del Campillo y Suertes. El barranco es el que dio nombre al paraje, aunque luego por extensión, vino a denominar una extensión de terreno mucho mayor. El Tollo, como paraje, linda con la Cañada de la Zorra y el Campillo de los Mayas, Cantalobos, el Puente de Hierro, la Pollera etc y está documentado como topónimo , al menos, desde el siglo XVII. Este ha sido un lugar de muy abundantes yacimientos arqueológicos, con gran cantidad de villas romanas asentadas bajo caseríos actuales.
La calle del Tollo también tiene su origen en la misma acepción del nombre en relación a barranquizas u hondonadas del terreno. En pleno Puntarrón, es una de las zonas antiguas del pueblo, y de las que se vio seriamente afectada por los temporales de nieve de finales de los años 80, lo que provocó la demolición de gran parte de la calle. Esta vía ya aparece documentada con tal nombre en padrones de habitantes del año 1827 y en alguna referencia del siglo XVIII, aunque sabemos que la denominación es mucho más antigua, quizás del siglo XVI.
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