viernes, 28 de enero de 2011

La Orden de Santiago en Cehegín. Una síntesis histórica.

Introducción

A veces, paseando por el Casco Viejo encontramos señales y huellas, bien  a nivel de edificios o ruinas o por otro lado topónimos que han quedado como nombres de calles o lugares, preguntándose sobre el origen del nombre de la calle en cuestión o de éste o aquel edificio. La calle de las Olivericas, la calle del Horno de Don Santos, la Tría, las Eras Bajas, todas esas denominaciones esconden un retazo de la historia local, más o menos importante, pero siempre evocador. También encontramos la calle de la Orden o el paraje del Huerto de la Orden. Estos dos últimos son reminiscencias del poder que la Orden de Santiago tuvo en Cehegín. Poseer el hábito de Santiago hasta el siglo XIX era una pretensión buscada con afán por los beneficios de prestigio que conllevaba.
A modo de introducción decir que la Orden de Santiago apareció en el siglo XII, hacia el año 1175. Nació en el reino de León y se extendió rápidamente por Castilla, Francia, Portugal, Aragón, y otras regiones. No obstante será en Castilla y León donde adquiera su mayor auge y se asiente definitivamente. Básicamente los caballeros de las órdenes militares son conocidos como frailes guerreros por la doble vertiente religiosa y militar de que gozan. Hacían votos como el de pobreza o castidad, aunque ello no fue impedimento para que pudiesen casarse, ya que la castidad absoluta sólo se prometía para antes o después del matrimonio. Su máxima autoridad militar era, como veremos, el Maestre, toda vez que la religiosa para Castilla era el prior del Monasterio de Uclés. Los santiaguistas tuvieron una gran relevancia durante las últimas fases de la Reconquista y, como veremos, en la zona que nos atañe, que es la de Cehegín, Caravaca, Moratalla y en general la zona fronteriza con Granada, teniendo encomendada la función de control de la frontera con el reino Nazarí. Fueron baluarte importante en la conquista del reino granadino.
Como bien es sabido el Reino de Murcia mediante el pacto de Alcaraz, del año 1243 pasa a ser protectorado de Castilla y en el año de 1266, una vez aplastada la sublevación mudéjar, que comienza dos años antes, se convierte en territorio perteneciente a la Corona Castellana, siendo entregada su jurisdicción a la Orden Militar del Temple. Efectivamente, cuando cae en desgracia dicha Orden en Europa por motivos que serían largos de comentar en este momento, pero que tienen relación con las cotas de poder económico y político que alcanzan sus maestres, digo que, una vez desaparecida ésta, Caravaca (con Cehegín incluido) y Bullas pasarán a la Orden de Santiago concretamente en el año 1311, poco después de la desaparición de la mencionada Orden Militar del Temple, aunque esto sucede de facto ya que oficialmente esto no ocurrirá hasta el privilegio de 1344, otorgado por Alfonso XI. En el año de 1335 pasará también a Santiago el señorío y encomienda de Canara, mediante compra por cinco mil maravedíes.
El símbolo del poder santiaguista en Cehegín vendrá representado por construcciones imponentes, una de tintes defensivos como es la fortaleza y la otra religiosa como la iglesia parroquial de Santa María Magdalena, como símbolos de lo que, en sí mismo, eran los caballeros de la propia  Orden de Santiago,  dígase guerreros y monjes.

La Orden de Santiago

-El Maestre
El Maestre en la Orden de Santiago es el más alto cargo en la pirámide de poder de la institución. A él deben fidelidad todos los miembros de la Orden y él solo la debe al Rey. Únicamente los Capítulos Generales pueden limitar algunas de sus actuaciones. Era elegido por el Consejo de los Trece, pero estas prerrogativas, poco a poco van recayendo en torno a la Corte, hasta que ya desde el siglo XV serán los Reyes quienes hagan la elección del Maestre.

El prior de Uclés
La Encomienda de Caravaca dependía eclesiásticamente del Priorato de Uclés. El Prior de Uclés es el máximo responsable religioso para la Orden en Castilla. En realidad el hecho de que el priorato se encargara de la administración de las rentas eclesiásticas y de todo aquello que conllevaba la administración de iglesias, como el cobro de las rentas y diezmos, trajo problemas de confrontación con el maestre, fundamentalmente en las grandes encomiendas por el volumen de producción de los bienes santiaguistas.
-Los Trece
Es un consejo que tiene facultades consultivas y se encarga, entre otras cosas de elegir al Maestre. Básicamente se encargan del asesoramiento del Maestre y son convocados por el Prior de Uclés.

-El Capítulo General
Se encargaba de regular la actividad interna de la Orden y limitaba o sancionaba las actuaciones del Maestre. Se encargaban de compilar la legislación interna, la disciplina dentro de la Orden y, como hemos dicho limitar o sancionar las actividades del Maestre

-Los Comendadores
El Comendador era el máximo responsable de la gestión de la encomienda tanto a nivel económico como militar, por lo que fue este un cargo apetecido por lo que conllevaba la administración de las rentas que se producían, que en algunos casos eran inmensas. Mas adelante referimos el caso concreto del comendador de Caravaca por pertenecer Cehegín a dicha encomienda.

-Los Freires
Dentro del escalafón social de la Orden los freires ocupan las últimas posiciones, e incluso dentro de ellos hay, a su vez subdivisiones. El freire podía ser freire canónigo o freire militar. De los clérigos salían los curas que abastecían las parroquias santiaguistas y los caballeros freires se encargaban  de nutrir las milicias, e incluso algunos de otras actividades de lo más diverso dentro del entramado de la Orden. Estaban sujetos a una férrea disciplina, fundamentalmente desde la fundación de la Orden de Santiago y a lo largo de la Baja Edad Media, estándoles prohibido abandonarla bajo pena de cárcel e incluso de excomunión. No obstante ser freire traía consigo importantes beneficios. Por debajo de éstos están una especie de escuderos o sirvientes con que cuentan, también llamados en Castilla pajes de lanza que se encargaban de ayudar a los freires caballeros.

La Orden de Santiago. Cehegín

La Encomienda Santiaguista. Las Visitaciones de la Orden.
La encomienda de Cehegín siempre estuvo íntimamente ligada a la de Caravaca, como lo demuestra el hecho de que estuviese bajo el control de un mismo comendador, o sea, el Comendador de Caravaca. La encomienda es la base del éxito de la producción económica de la Orden de Santiago. Básicamente tiene una naturaleza económica, en cuanto está basada en los bienes de la Orden y las rentas que ellos producen, y es el primer escalón en la estructura económico-social lo que también, con el tiempo, llevó al choque con los Concejos que, paulatinamente, conforme se avanza desde la Edad Media a la Moderna fueron adquiriendo más cotas de poder en perjuicio de las propias Ordenes Militares. Lo que si queda muy claro es que la Orden de Santiago fue el motor de la economía en las zonas que administró desde la Edad Media hasta entrada la Edad Moderna, cuando, como hemos advertido, los Concejos adquirieron ya las cotas de poder que los definen. Otro elemento de choque, que ahora se verá es el referido a la cuestión de los curas y el obispado de Cartagena.
Las Visitaciones de la Orden de Santiago nos dan una idea detallada de los bienes que albergaba la encomienda en Cehegín. La visitación del año 1480 en principio nos indica que el cura de Cehegín, encargado de la parroquial era Ferrán Martínez de de Zafra, freyre canónigo del Convento de Uclés. En primer lugar se manda dar pregón de que si los vecinos de la villa tienen alguna queja con don Pedro Fajardo, Comendador de Caravaca, o con sus hombres que la presenten a los visitadores. Según la Visitación era administración de la Orden la iglesia de Santa María Magdalena, con todas sus rentas, muchas casas que pagaban un censo, tierras en gran cantidad tanto de viña, como de tierra blanca, y destinadas a otros productos agrícolas, hornos, molinos, etc. También se realiza un recorrido por la murallas de la villa ordenando los visitadores que se reparen por hallarse en algunos puntos en muy mal estado y casi derruidos. Estas Visitaciones se realizaban cada cuatro años. No obstante desde mediados del siglo XVI van decayendo para desparecer ya en el siglo XVIII. El auge de los concejos en el siglo XVI estimulado sin duda por que el maestrazgo de las Órdenes recayera ya en los monarcas desde los Reyes Católicos, fue posiblemente culpable, en gran medida de ello.
El lugar donde la Orden cobraba las rentas y se almacenaban los cereales que le correspondían era la actual casa de la Tercia,  parece ser que desde el siglo XVII, pero con anterioridad debió de estar ubicado en la misma fortaleza. Era el pósito de la villa de tanta y relevante importancia para el propio sustento de la población. Se cobraban los diezmos, el arrendamiento de casas y bancales, los censos y los derechos señoriales, todo ello dirigido al mantenimiento de los santiaguistas.

El Comendador de Caravaca
Caravaca y Cehegín, y Canara ya desde el año 1335, estaban administradas por un solo comendador que era el de Caravaca. Ya se ha visto, aunque someramente, el papel y función de las encomiendas en cuanto a centros de producción de rentas y era éste la máxima autoridad dentro de la encomienda. Normalmente se gestionaba con libertad y cierta autonomía, siempre y cuando ello fuera acorde con lo dispuesto y por la fidelidad debida al Maestre y a la Regla de la Orden como caballeros santiaguistas que eran. Debían rendir cuentas en las visitaciones y la gestión era tanto económica como militar, aún más tratándose de una zona tan sumamente peculiar como ésta. Los Fajardo fueron comendadores de Caravaca desde la segunda mitad siglo XV  y, tras el año 1504, en que se funda el Marquesado de los Vélez, estos continuaron con el cargo hasta el tercer Marqués de los Vélez, Don Pedro Fajardo Chacón de Córdoba, que fallece el 12 de febrero del año 1579.

Fortaleza, Alcaides e Iglesia Santiaguista

La fortaleza de Cehegín es bien conocida, fundamentalmente a través de las Visitaciones de la Orden de Santiago, que periódicamente se realizaban para controlar, vigilar e inventariar todos los bines muebles de la Orden en la encomienda. El castillo fue, posiblemente construido como un hisn musulmán hacia el siglo X para, una vez conquistado el reino de Murcia por Alfonso X pasar a poder de Castilla, que daría su administración a Gombalt de Entenza. Como decíamos anteriormente pasará a la jurisdicción de la Orden de Santiago hacia el año de 1311. En el siglo XV, el castillo estaba compuesto de varias dependencias que lo convertían en zona defensiva pero también de residencia del Alcaide. Las visitaciones nos hablan de bodegas, molino, cocina, establos, todo un complejo residencial. Tenía cinco torres que eran las del Homenaje, la Mocha, la del Mirador, la del Alhorý y la de la Esquina. Esta fortaleza, al igual que todas las que se hallaban en la frontera, tenía un carácter eminentemente defensivo y de control del territorio. Desde aquí salían los hombres necesarios cuando había alguna algarada musulmana o si había que hacer alguna incursión en territorio granadino, saliendo habitualmente gentes de Cehegín, Caravaca y Moratalla juntas. Hay que advertir, y es una cuestión importante, que Cehegín era zona fronteriza con el reino de Granada, al hallarse cerca de un territorio que, en cierta manera, era tierra de nadie donde se movían tanto cristianos como mulsumanes, por lo que el papel de los caballeros santiaguistas fue aún mas acentuado si cabe, tanto en materia militar como económica.
El Alcaide de la fortaleza era el máximo responsable de la administración del castillo, en todas sus vertientes. Debía de dar cuentas de su estado y conservación en las visitaciones. Algunos nombres conocidos son Francisco de Monterrosso, Juan de Quiroga Fajardo o Rodrigo Carreño Melgarejo. Vivían en el mismo castillo, donde tenía sus dependencias y aposentos.
Al parecer, el culto a Santa María Magdalena pudo venir de tiempos templarios y ellos serían quienes fundaron la parroquia y elevaron la primitiva iglesia sobre los restos de la antigua mezquita musulmana, pero son los caballeros de Santiago quienes, por necesidades tanto de aforo como de los nuevos tiempo que se avecinaban, plantearon las obras que, en última instancia y tras muchos lapsus de tiempo junto, sin duda a roces entre el Concejo y la Orden, se extenderían desde el siglo XVI hasta casi finales del siglo XVII. Será hacia el año 1690 cuando ya queda totalmente terminada con el aspecto actual, a excepción de la torre que es del siglo XVIII. El cura de la parroquia, siempre de este hábito, era colocado allí por la Orden de Santiago, en forma que recuerda ciertas relaciones de tipo feudo-vasallático de épocas anteriores al siglo XV. El cura, freire canónigo, debía obediencia a la Orden y al Prior de Uclés, de tal manera que ello vino a traer rencillas y disputas con el Obispado de Cartagena, hasta tal punto de que sólo en momentos puntuales, y debido a una mejora en las relaciones entre ambas instituciones se permitió al Obispo intervenir en algunas cuestiones. Tenemos el ejemplo del año 1602 en que el Concejo de la Villa solicita el cambio de las fiestas de San Zenón del día 9 de septiembre al 9 de julio, que es su fecha natural, lo cual es aceptado por el Obispo en visita realizada a  Cehegín. No obstante, el control total y absoluto de la parroquial, y sus rentas, era propio de la Orden. Precisamente las disputas entre los obispados y la Orden tenían su raíz donde suele brotar generalmente toda disputa de esta clase, en los beneficios y rentas, o sea en la producción económica, que era bastante elevada, de los bienes de Santa María Magdalena.

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